
Erasmus+ en Bulgaria
Día 1: Rumbo a Sofía
Ángela , Ariadna y Carla, junto a dos profesores del colegio, pusieron rumbo a Sofía totalmente emocionadas. Aunque sabían que iba a nevar, llenaron sus malestas de ropa de abrigo y mucha ilusión.
Aunque no era la primera vez que viajaban en avión, sí era la primera sin padres, lo que añadía nervios y emoción. Nada más llegar, sus compañeras búlgaras Zoya y Vilma las recibieron en el aeropuerto con una pancarta de bienvenida y una gran sonrisa. Las ayudaron con los billetes del metro y las acompañaron hasta el hotel, ubicado muy cerca del centro.
Tras dejar las maletas, comieron en HesBurger, el «McDonalds búlgaro», y dieron un paseo por el centro, donde se encontraron con el Museo de las Ilusiones. Por la noche, cena con los estudiantes italianos y… ¡a dormir, que les un día intenso!
Día 2: Primer contacto con el colegio búlgaro
Cada grupo tenía asignadas a dos alumnas locales como guía, que les cómo moverse en tranvía y les llevaron al colegio. La bienvenida fue preciosa: les ofrecieron un pan típico y un grupo de alumnas, vestidas con trajes folklóricos, deleitó con un baile tradicional.
Después, realizaron actividades para romper el hielo y plantaron pequeñas plantas, un símbolo del compromiso común con el medio ambiente.
Por la tarde, visitamos junto al resto del grupo Erasmus lugares emblemáticos de Sofía como la catedral ortodoxa con la cúpula más alta de la ciudad y algunas ruinas romanas. La cena fue en el restaurante Happy, una especie de “Vips” búlgaro que les encantó.
Día 3: Presentamos nuestro proyecto
El día comenzó con las presentaciones de cada país sobre su fauna y flora local, así como las medidas de protección adoptadas. Nuestras alumnas hablarons sobre la biodiversidad española y el papel del gobierno en su conservación. Fue muy enriquecedor escuchar las propuestas de Turquía, Italia y Bulgaria, y compartir ideas para cuidar el planeta.
Por la tarde, visitaron el Museo de Historia Regional de Sofía, donde aprendieron mucho sobre la historia y la evolución de la ciudad.
Día 4: Excursión al Monasterio de Rila
Una de las visitas más impresionantes fue la del Monasterio de Rila, un lugar rodeado de naturaleza y con una historia fascinante. Pasaron el día entre montañas, arte sacro y paisajes nevados.
Al volver a Sofía, aprovecharon para comprar recuerdos y compartir una tarde de risas y fotos.
Día 5: El lado menos bonito del viaje
Visita al zoológico de Sofía, y aunque hizo ilusión ver animales, llamó la atención su mal estado de conservación, lo que les hizo reflexionar aún más sobre la necesidad de proteger los ecosistemas y el bienestar animal. Después, una actividad más ligera: ¡bolos en el centro comercial! Y para terminar, de nuevo cena en Happy con todos los compañeros Erasmus.
Día 6: Despedidas y recuerdos
El último día lo pasaron en el colegio. A partir de una entrevista realizada por los alumnos búlgaros a su profesora, redactaron un artículo conjunto.
En la ceremonia de despedida se entregaron los diplomas y algunos detalles: los turcos trajeron baklava, los italianos unas pastas típicas y los búlgaros regalaron una pequeña botella con un mensaje dentro. Después, vuelta en metro al aeropuerto… y fin de esta increíble aventura.
“Una gran experiencia, muy recomendable”
Nuestras alumnas vuelven con la maleta llena de recuerdos, nuevas amistades y aprendizajes. «Ha sido una experiencia única que nos ha ayudado a crecer, conocer nuevas culturas y ser más conscientes del mundo que compartimos».
¡Gracias a todos los que han hecho posible esta oportunidad!
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